Las nuevas tecnologías en los seguros de personas
El concepto de tecnología está invadiendo nuestras vidas. Es un término genérico y a la vez tan concreto. Es un producto del desarrollo de la humanidad y como tal está cambiando nuestro modo de vida. Ya no sabemos vivir sin un teléfono móvil y mucho menos sin estar conectados. La conectividad ha supuesto un vuelco en las relaciones profesionales y personales.
Autora: Ana Luisa Villanueva, Directora Médica Global Vida, Salud y Accidentes (Chief Medical Officer) de MAPFRE RE.
Todo lo hacemos on-line, en el momento, desde cualquier sitio y a cualquier hora. Tanto es así que una actividad tan popular como ir de tiendas tiene un gran competidor, comprar por internet, sin movernos de casa y, para colmo, podemos ver más tiendas, modelos y colores que si fuéramos a la propia tienda. Lo mismo ha ocurrido con las visitas al banco. ¿Si puedo comprar a través de mi teléfono, porque no puedo hacer las operaciones bancarias del mismo modo? Y así ha ocurrido, los bancos cada vez cierran más sucursales a la vez que potencian sus operaciones on-line, es decir, sin presencia física.
Este proceso ha trascendido a todas las áreas de nuestra vida y todos los aspectos laborales. Ya casi no se escriben cartas. Se están sustituyendo por correos electrónicos, mensajes de whatsapp, Facebook o twitter, toda una gama de sustitutos de la tinta y el papel. Si necesitamos enviar una documentación, el destinatario (compañía/empresa) nos proporciona un espacio en su página web para hacerlo y además con toda seguridad gracias a sistemas de ciberseguridad que nos identifican para evitar fraudes.
¿Y en el mundo del Seguro?
El mundo asegurador está experimentando el mismo fenómeno. Hace algunos años la utilización del teléfono cambio tanto la venta como el análisis del riesgo. La posibilidad de realizar el cuestionario médico a través de un operador experto o una enfermera, según las exigencias de las compañías, ha supuesto para las aseguradoras un gran ahorro y una selección de riesgos de mejor calidad. No solo ya no se necesitan tantos suscriptores sino que tampoco hace falta hacerles tantas pruebas médicas.
Gracias a la utilización de los sistemas expertos y de análisis de datos, los procesos han sufrido una profunda transformación. Los sistemas expertos permiten desarrollar tantas preguntas como queramos, identificando parámetros que nos ayudan a estructurar la información y determinar datos que con anterioridad parecían no poder ser extraídos. Si damos un paso adelante y seguimos la tendencia de usar el teléfono para todo menos para hablar, ¿Por qué no utilizarlo para sustituir al cuestionario telefónico?.
Si el solicitante de un seguro tiene una duda, aparece otro avance de la ciencia, un robot que amablemente nos da todo tipo de explicaciones encaminadas a solventar nuestra falta de comprensión. Esta forma de conversación se denomina “Chat box” y representa un gran paso ya que podemos hacer casi todo sin una persona física presente. Esto no significa la desaparición del gestor pero sí que muchas tareas administrativas no sean precisas.
El campo medico asistencial tampoco se ha librado. La Inteligencia artificial está entrando de lleno. El ejemplo más glamuroso es Watson, la herramienta de diagnóstico de IBM. Watson puede comparar millones de imágenes con la prueba de imagen que se está estudiando y da su resultado en 3 minutos. En la consulta de oncología tiene en cuenta múltiples variables, síntomas, fechas, patologías previas o concomitantes, pruebas diagnósticas realizadas y por realizar, protocolos de tratamiento, tratamiento más adecuado ajustándose a la situación e incluso tiene en cuenta las coberturas de la aseguradora del paciente y cuanto puede costar el tratamiento completo. No sustituye al médico pero si representa una importante ayuda aunque si redefine la relación médico-paciente.
Otro ejemplo impactante está en el uso de la Inteligencia en enfermería hospitalaria. Un robot en forma de caja en la mesilla de la habitación es capaz de interactuar con el paciente. Es capaz de preguntarle que le ocurre, que necesita o que debe de hacer para resolver una cuestión de asistencia personal, como por ejemplo un cambio postural. Puede avisar de los cambios de suero o pañales, medicación, síntomas inesperados etc., generando ordenes de trabajo que establezcan una rutina de tareas con la mayor eficiencia. No sustituyen al individuo, pero si ayudan a que su trabajo sea más eficaz y pueda atender a los pacientes asignados.
La asistencia en remoto es otro ejemplo. Este sistema permite el seguimiento de enfermedades crónicas a través de dispositivos conectados que no solo registran los parámetros necesarios, sino que gestionan cualquier emergencia o la solicitud de consulta. También permiten la recuperación a domicilio, sin necesidad de quedarse ingresado. Obviamente no es la solución para todas las situaciones, pero si para aquellas que no requieran un seguimiento exhaustivo y siempre en función de la patología de base o tipo de intervención. El ahorro de recursos es muy importante al igual que la mejora de la experiencia del cliente y la seguridad del paciente, tan importante hoy en día.
Privacidad y datos de salud
También es verdad que hay quien considera este tipo de avances como una invasión de la privacidad ya que los datos de salud pueden estar a disposición de muchas personas. Sin embargo, hay que señalar que no se ha despreciado este aspecto. Las nuevas tecnologías trabajan en paralelo a los legisladores para ajustarse a los requerimientos legales. Los sistemas se diseñan con niveles de autorización de acceso a los datos personales sanitarios. Las experiencias han sido muy positivas. Prueba de ello es la posibilidad de acceso a la historia clínica dentro del Sistema Nacional de Salud español. El área privada no se ha quedado atrás. Al contar con diferentes propietarios, la información disponible es menor y guarda relación con la estrecha competencia en la asistencia a la salud.
En cualquier caso, pronto veremos cómo los parámetros biométricos van a pasar a ser parte del proceso de identificación de la persona.
Las pruebas genéticas y el seguro
Llegado este punto no se puede dejar de nombrar a los controvertidos test genéticos. Al principio fueron motivo de gran polémica ya que el desconocimiento los equiparo a un código de barras que nos discriminaría según el resultado.
Afortunadamente, la genética ha hablado por sí misma y las continuas investigaciones están ayudando a que encuentre su sitio. Ya se ha visto su gran utilidad en el diagnóstico y pronóstico de muchas enfermedades, la identificación del individuo, sobre todo para fines forenses y legales y la prevención de patologías futuras. Las pruebas genéticas están ligadas al concepto de discriminación ya que se ha transportado el significado social y laboral al mundo asegurador. Hace ya unos pocos años solo nombrar la prueba era motivo de rechazo basado en la idea que el seguro utilizaría el resultado para rechazar el riesgo. Gracias a la inclusión de estas pruebas en el diagnóstico y tratamiento de algunas patologías, sobre todo oncológicas, algunos sectores han cambiado su opinión. Nos hace falta algo más de tiempo para poder realizar los estudios pertinentes que nos permitan establecer las variaciones en la mortalidad cuando se utilizan estos test. Con certeza esta información nos ayudará a desarrollar nuevos productos, ampliar las coberturas y ajustar la prima al riesgo real del individuo.
Nos espera un futuro fascinante lleno de cambios que lejos de ser una amenaza van a suponer un gran impulso al seguro de personas.
Foto encabezado: @artur_luczka
Acerca de la Autora
Ana Villanueva
La Dra. Villanueva es Licenciada en Medicina por la Universidad de Navarra y Doctora en Ciencias de la Salud (PhD) por la Universidad Europea de Madrid, MBA por la Escuela de negocios de la Universidad de Houston, Máster en Seguros Personales por INESE (Instituto Español de Seguros) y Máster en Derecho Sanitario por la Universidad Europea de Madrid. Tiene más de 25 años de experiencia en seguros de Salud y Vida, donde ha trabajado como Director Médico en el seguro directo, Chief Medical Underwriter y Chief Medical Officer en reaseguros. Desde hace unos cuantos años se encuentra activamente involucrada en la aplicación e implementación de las novedades médicas y nuevas tecnologías en la sección de riesgos, toma de decisiones en tarificación y gestión del proceso de suscripción y de siniestros. Desde el 2010 es la Directora Médica Global de Mapfre Reaseguros.
Es miembro del consejo ejecutivo del ICLAM (Asociación Internacional de Medicina de Seguros), miembro fundador y vicepresidenta de la Asociación Europea de Selectores de riesgo en Vida y Salud (ELHUA) y responsable de la sección de Biomedicina de Seguros de la Asociación de Gestión de Riesgo y Seguros (AGERS) en España. Miembro de la Asociación Internacional de Derecho del seguro, de la AAIM (Academia Americana de Medicina del Seguro), de AMUS (Asociación de Médicos y suscriptores de Seguros Británicos), AMCAP (Asociación francesa de Médicos de Seguros) de la AIMAV (Asociación italiana de Medicina de Seguros) y miembro fundador honorifico internacional de la Sociedad Argentina de Medicina del Seguro (SAMS).
Colabora con distintas instituciones y universidades en el ámbito de los seguros personales como conferenciante habitual en temas de selección de riesgos, gestión de procesos y desarrollo de productos y forma parte del cuadro docente en el Máster Universitario en Dirección y Gestión Sanitaria de UNIR.